El escepticismo ortodoxo, como todos los fundamentalismos, nos despoja de la fantasía y por tanto de la capacidad de manejar imposibles. Sin esa capacidad arrinconamos la habilidad para trabajar fuera de la caja y nos convertimos hoy en los conservadores de mañana. En nuevos dinosaurios, que se extinguirán tal como se extinguieron. Y no me malinterpreten; esto no tiene nada que ver con la power balance.
Categoría: Utopías
Mirar hacia adelante (manifiesto)
Digamos que como buen amante de la ciencia ficción, lo único que me importa es lo que se me avecina. Sé que para mi salud mental es importante mirar hacia adelante, sin regodearme en mis fallos o arrepentirme de mis actos pasados.
Por ello, y sin acritud, me importa un bledo la Historia, y mucho más cuando está más que visto que no nos ayuda en absoluto a corregir nuestros errores, ni nos hace capaces de aprender de ellos. El uso —siempre, no nos engañemos— torticero de esa Historia, la tradición y la costumbre, lo único que consigue es contaminar nuestra percepción del mundo y emponzoñar la relación con nuestro prójimo, hacer enemigos donde no los hay y llenar nuestra vida de fantasmas y de muertos.
Mientras no podamos cambiarlo, el pasado no existe. A la mierda lo que sólo sirve para amordazarnos.
Búsqueda y la Luna
Leo http://rrose.espacioblog.com/post/ 2010/02/28/langjokull, de un blog que me fascina; también la poesía y la pintura y la música me cautivan, no crean. Pero no es este su blog.
Lean la entrada que les digo. Después ya vuelven y seguimos.
A mí me cuesta respirar; enviar el Claro de Luna a la Luna y escuchar lo que devuelve. La música de los glaciares. Tocar o reproducir agua en un disco, o hielo. Vuelvo a citar a Snaut (del Solaris de Lem) cuando dice «[…] no queremos otros mundos, sino un espejo…» tenemos hombres y mujeres, buenos y honestos artistas, buscando desesperadamente un espejo. Manifestando la incapacidad, la terrible incapacidad moderna de crear. La imitación llega hasta el extremo risible de buscar la respuesta en el espejo, con la esperanza de que el espejo nos devuelva nuestra imagen deformada, transformada o incompleta, grotesca o repugnante, porque al menos será distinta, y con suerte, sorprendente.
¿Es necesario ese desasosiego, esa continua necesidad de llenar galerías o auditorios con experimentos que lo único que descubren es la angustia del creador sin creación?
La poesía es algo tremendamente difícil, tanto como la pintura, o la música. Y no hace falta decir que más difícil es vivir de ellas. Quizá por eso algunos buscan que la luna les haga su trabajo. Yo, por mi parte, que llevo un mes sin nada que decir, también elijo la Luna para acabar con mi sequía: está en el espacio, un día aterrizamos allí. Cada uno la usa para lo que le apetece. Qué cerca está.
La mayor decepción del siglo
Como pueden leer en esta entrada de Wired, Obama acaba de cancelar el programa Constellation. En 2020 no habrá nadie en la Luna. Estoy desolado, y no es de broma. Cada día me siento más ajeno al género humano. Que lo vistan de lo que sea, que lo justifiquen diciendo que es lo mismo que hace cincuenta años. Lo que hay que hacer es llegar, y quedarse, como debían haber hecho hace cuarenta. Sigo convencido de que hoy nos cantaría otro gallo. Mejor.
Esto sí que es un acontecimiento planetario, Pajín.
Al menos queda la empresa privada, o eso dice el Presidente. Desde este momento deposito mis esperanzas en Virgin Galactic.
Feliz 2010, o La entrada de original título
Pues ya llegó. Hoy esta humilde bitácora comienza, como las revistas antiguas, su Año 3 –que no su tercer año– ya que cumplirá dos el próximo marzo. Hagan ustedes las cuentas, y verán de cuántas maneras se puede medir el tiempo.
En estos días en que completamos una órbita más alrededor del Sol, a todos nos aprietan los resúmenes por detrás y los propósitos por delante. Una suerte de sandwich vital, del que intentamos salir en el mismo día. Recopilatorios y anuncios de nuevos programas en la tele. Lanzamiento de nuevos productos en cuanto pasen los Reyes Suficientemente Avanzados Tecnológicamente. Nuevos retos, nuevas ideas, nuevos ánimos, viejas intenciones.
Ha sido un año en el que he estabilizado mi cuaderno, y será el año en el que deje de decir blog. He decidido usar mejor mi idioma. Bitácora, como la del navegante. Friqui en vez de geek, (porque además tiene mala traducción), entrada o artículo en lugar de post.
Y voy a hablarles a todos de usted, porque se lo merecen.
Este es un cuaderno orientado hacia la ciencia ficción y el futuro, pero es un cuaderno personal. Al menos se ha convertido en eso; y por eso a veces la temática ha sido sólo una excusa para hablar de otras cosas. He intentado potenciar la serie de Extractos Mínimos, y quiero seguir haciéndolo en el año que entra. He despotricado de lo que me ha venido en gana, y el año nuevo lo haré otra vez, las veces que haga falta. Escribo poco, pero lo hago cuando me apetece. Hay cosas que cambiaré y otras que no. Ya veremos.
Este ha sido el año de la crisis, y del 40 aniversario de la llegada a la luna. Del final de Battlestar Galactica y del reinicio de Star Trek. Este ha sido el año de Torchwood y del descubrimiento de agua en nuestro satélite. El año en que la televisión en España vuelve a olvidarse de nuestro género. El año en el que unos indeseables han intentado violar nuestros derechos fundamentales en una ley sobre economía. El año de la despedida del Décimo Doctor.
Ya sólo me queda desearles que el año que entra les traiga salud. Cantidades industriales de salud, a todos. Y de modo accesorio, que se revitalice la presencia del hombre en el espacio, con capital público o privado, porque sigo pensando que será lo que nos salve de nosotros mismos.
Un abrazo.
El agua en Marte y la filosofía
Voy a renombrar este blog que deriva. Se llamará El Blog de la Decepción.
Cuanto más se distancia el ser humano de sí mismo, más cercano está a los demás, y viceversa. Es una afirmación que se va cumpliendo inexorablemente desde el principio de los tiempos. Alguien dijo algo parecido hace un par de miles de años.
Hemos conocido grandes figuras que han predicado con este ejemplo, a escala local, durante siglos, desde Bartolomé de las Casas a Teresa de Calcuta. Por hacer una aclaración, no me quiero referir a estas personas como símbolos del sacrificio por los pobres y los desamparados, sino como ejemplos de una práctica, consciente o no, de alejamiento de la propia realidad, para así percibir las múltiples realidades, a veces mucho más importantes, que rodean al ser humano. Lo esencial de esta reflexión es que no hace falta ser un héroe ni un mártir para practicar este ejercicio intelectual. (más…)