Antes de seguir leyendo debes visitar esta entrada en Microsiervos. Como ya dije en alguna entrada antigua, no soy demasiado amigo de enlazar o reproducir entradas de otras bitácoras, pero en especiales ocasiones es muy ilustrativo.
Una parte de la cuestión es hasta qué punto el espíritu humano es capaz de ingeniar cualquier cosa, cualquiera, con un poco de ingenio y cuatro duros. Ninguna NASA sustituirá nunca esa actitud. Pero la parte fundamental de la cuestión es otra y me la sugirió la foto que ilustra la entrada.
90 000 pies de altura parecen mucho, pero en realidad significan menos de la mitad de la distancia entre Madrid y Guadalajara, por ejemplo. 28 kilómetros, dos tercios de un maratón, que corriendo se hacen en, más o menos, cuatro horas por un aficionado. Si pudiéramos caminar, o correr, o mucho mejor ir en coche hacia arriba, en diez o quince minutos estaríamos viendo lo que la foto nos muestra.
La cuestión es sencilla. Si hacemos 28 kilómetros hacia el norte, sur, este u oeste, siempre encontraremos alguien casi de nuestro pueblo. Si recorremos esa distancia hacia arriba, la perspectiva cambia ligeramente. Siempre hay algún lugar en el que las cosas se ven con más claridad.
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