En este mundo de la ciencia ficción, no eres nada si no conoces al Doctor. La nueva temporada ha empezado.
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Feliz 2010, o La entrada de original título
Pues ya llegó. Hoy esta humilde bitácora comienza, como las revistas antiguas, su Año 3 –que no su tercer año– ya que cumplirá dos el próximo marzo. Hagan ustedes las cuentas, y verán de cuántas maneras se puede medir el tiempo.
En estos días en que completamos una órbita más alrededor del Sol, a todos nos aprietan los resúmenes por detrás y los propósitos por delante. Una suerte de sandwich vital, del que intentamos salir en el mismo día. Recopilatorios y anuncios de nuevos programas en la tele. Lanzamiento de nuevos productos en cuanto pasen los Reyes Suficientemente Avanzados Tecnológicamente. Nuevos retos, nuevas ideas, nuevos ánimos, viejas intenciones.
Ha sido un año en el que he estabilizado mi cuaderno, y será el año en el que deje de decir blog. He decidido usar mejor mi idioma. Bitácora, como la del navegante. Friqui en vez de geek, (porque además tiene mala traducción), entrada o artículo en lugar de post.
Y voy a hablarles a todos de usted, porque se lo merecen.
Este es un cuaderno orientado hacia la ciencia ficción y el futuro, pero es un cuaderno personal. Al menos se ha convertido en eso; y por eso a veces la temática ha sido sólo una excusa para hablar de otras cosas. He intentado potenciar la serie de Extractos Mínimos, y quiero seguir haciéndolo en el año que entra. He despotricado de lo que me ha venido en gana, y el año nuevo lo haré otra vez, las veces que haga falta. Escribo poco, pero lo hago cuando me apetece. Hay cosas que cambiaré y otras que no. Ya veremos.
Este ha sido el año de la crisis, y del 40 aniversario de la llegada a la luna. Del final de Battlestar Galactica y del reinicio de Star Trek. Este ha sido el año de Torchwood y del descubrimiento de agua en nuestro satélite. El año en que la televisión en España vuelve a olvidarse de nuestro género. El año en el que unos indeseables han intentado violar nuestros derechos fundamentales en una ley sobre economía. El año de la despedida del Décimo Doctor.
Ya sólo me queda desearles que el año que entra les traiga salud. Cantidades industriales de salud, a todos. Y de modo accesorio, que se revitalice la presencia del hombre en el espacio, con capital público o privado, porque sigo pensando que será lo que nos salve de nosotros mismos.
Un abrazo.
The Plan
The Plan es una película extraña. He leído bastantes críticas y eso, son bastante críticas. Prescindible, vacía, decepcionante. Etcétera.
Creo que muchos fans de la serie esperaban El Plan. El plan con mayúsculas. La primera guerra Cylon. Cómo llegaron los cinco primeros, cómo contactaron con los centuriones, cómo se gestaron los modelos humanoides. Por qué el ataque a las colonias.
No olvidemos que el guión está escrito por Jane Espenson, alma mater y ex–showrunner de Caprica, cuyo piloto, magnífica obra de la mejor ciencia ficción actual, volvía a ser, como en los mejores momentos de BSG, una finísima mezcla de personajes y circunstancias, de humanas y complejas situaciones.
Eso es The Plan. El porqué del cambio de comportamiento de los cylon. La evolución personal de los nuevos modelos, desde la absoluta psicopatía del Cavil de Galactica a la total transformación de Simon, pasando por el calvario de Boomer al descubrir su verdadera condición. La humanización de casi auténticos humanos.
Entonces, ¿qué es lo que no funciona?.
Efectivamente, The Plan es una película prescindible dentro de la historia, en el sentido de que no aporta ninguna información que desvele nuevas claves. Tampoco lo hacía Razor, y realmente era una película soberbia. El problema es de ambición. Creo que The Plan es una miniserie frustrada. Habría sido fantástico cerrar el círculo con una miniserie como la primera. Un acercamiento detallado a los personajes, haber profundizado más en alguno de los caracteres, y lógicamente haber retrocedido en el tiempo hasta la llegada de los cinco primeros.
Pero no me ha disgustado en absoluto. Pese a algunas escenas superfluas y una dirección un poco plana. Y el abuso del archive footage. Pero esperaba mucho menos. Me quedo con la idea.
We are coming
Cuestionar los escrúpulos de los políticos —de cualquier signo, aclaro— en los tiempos que corren es una tarea ardua. Y no porque no den muestra de su falta de manera cotidiana, sino porque se escandalizan y se rasgan las vestiduras, los muy cínicos, pretendiendo que son sólo unos pocos los que actúan de forma interesada, y que la inmensa mayoría de ellos son unos benditos servidores de la sociedad, que derrochan su vida y su trabajo como hermanitas de la caridad, en pos de la sociedad y de los ciudadanos, a riesgo de su salud y su familia.
Y una mierda, hombre.
Encima los medios de comunicación se encargan de machacar el mensaje. La clase política es buena, sólo hay algunos corruptos, sólo unos pocos son malos, el resto es gente de bien que se preocupa por nosotros.
Como siempre, la Ciencia Ficción —con mayúsculas— se ocupa de obviar esa corrección política, de decir las verdades con otras palabras, de traducir una realidad travestida al lenguaje de la trágica y denigrante verdad. Desde que Star Trek empezara a denunciar el racismo, la guerra de Vietnam, el machismo o la homofobia escudándose en guiones de naves espaciales, esa Ciencia Ficción ha pasado de abordar el tema del terrorismo, con toda su crudeza, en Battlestar Galactica, a denunciar la abyección de la política y la podredumbre del estado en Torchwood: Children of Earth, la tercera temporada de la serie, que se ha emitido en formato miniserie (cinco capítulos) en el Reino Unido en Julio de este año.
No quiero hacer una sinopsis de la temporada ni avanzar spoilers. El objetivo de esta entrada es que la veáis. El éxito cosechado tanto en el Reino Unido como en Los EE UU no es casual; el guión es sorprendente, aterrador, electrizante. Los personajes están construidos con crudeza y realismo, especialmente los de John Frobisher (Peter Capaldi) y Alice Carter (Lucy Cohu). Los pocos fallos, y los excesos, que los hay, se perdonan con alegría, porque asistimos a un espectáculo que está sin duda entre los mejores del año en la televisión.
Ni que decir tiene que ni está programada en España ni tiene visos de estarlo. Seguimos en las mismas. Y como véis, he reanudado el blog lleno de optimismo y alegría. Bueno, así es mi terapia.
Como siempre, para entender el título hay que ver la serie. Ese sí es un spoiler.
Mis diez mejores frases de la Ciencia Ficción
«No consigo acostumbrarme a estas resurrecciones»
—Snaut (Jüri Järvet)
Solaris (Andrei Tarkovski, 1972)—#10
«Está muerto, Jim»
—Leonard McCoy (DeForest Kelley)
Star Trek (1966)—#9
«No se ofusque con este terror tecnológico que ha construido. La posibilidad de destruir un planeta es algo insignificante comparado con el poder de la Fuerza»
—Darth Vader (James Earl Jones) a Moff Tarkin (Peter Cushing)
La guerra de las galaxias (George Lucas, 1977)—#8
«Dave, esta conversación ya no tiene ningún sentido. Adiós»
—HAL 9000
2001: Una odisea del espacio (Stanley Kubrick, 1968)—#7
«Yo he visto cosas que vosotros no creeríais: Atacar naves en llamas más allá de Orión. He visto rayos C brillar en la oscuridad cerca de la Puerta de Tannhäuser. Todos esos momentos se perderán en el tiempo como lágrimas en la lluvia. Es hora de morir»
—Roy Batty (Rutger Hauer)
Blade Runner (Ridley Scott, 1982)—#6
«[…] debemos quedarnos aquí, y por una razón muy simple; pregunte a diez científicos diferentes sobre medio ambiente, control de la población o genética y obtendrá 10 respuestas distintas, pero hay algo en lo que todos los científicos del planeta coinciden. Ya sea dentro de cien, mil o un millón de años, con el tiempo el sol de enfriará y se apagará, y cuando eso ocurra no solo será nuestro fin, sino el de Marilyn Monroe, Lao-Tzu, Einstein, Nelson Mandela, Buddy Holly, Aristófanes; y todo esto, todo esto habrá sido inútil si no llegamos a las estrellas»
—Jeffrey Sinclair (Michael O’Hare)
Babylon 5 (1994)—#5
«¿Sabe lo que me gusta de las historias sobre Klingons? Nada. Muere un montón de gente y nadie obtiene beneficios»
—Quark (Armin Shimerman)
Star Trek: Espacio Profundo Nueve (1993)—#4
«[… ] vi explotar una estrella y esparcir las piezas con las que se arma el universo. Otras estrellas, otros planetas y quizás otra vida. ¡Una supernova, la Creación misma! Yo estaba allí. Yo quería ver aquello y formar parte de ese instante. ¿Sabes cómo percibí uno de los acontecimientos más gloriosos del universo? Con estas ridículas esferas gelatinosas de mi cráneo. Con ojos diseñados para percibir una insignificante fracción del espectro electromagnético. Con oídos diseñados sólo para escuchar vibraciones del aire. […] ¡Yo no quiero ser humano! ¡Quiero ver los rayos gamma! ¡Quiero oír los rayos X! ¡Y quiero oler la materia oscura! ¿Ves lo absurdo de lo que soy? Ni siquiera puedo expresar estas cosas con propiedad, porque tengo que conceptualizar ideas complejas con este estúpido y limitante lenguaje. Pero sé que no quiero estas patas prensiles para moverme. Y sí quiero sentir el viento de la supernova soplar sobre mí. ¡Soy una máquina, y quiero saber mucho más! ¡Puedo experimentar mucho más, pero estoy atrapado en este cuerpo absurdo! ¿Y por qué? Porque mis cinco creadores pensaron que Dios lo quería así»
—John Cavil (Dean Stockwell)
Battlestar Galactica (2003)—#3
«Nosotros en absoluto queremos conquistar el espacio, sino expandir la Tierra hasta el infinito. No queremos otros mundos, sino un espejo. Buscamos un contacto y nunca lo lograremos. Nuestra estúpida postura es la de alguien esforzándose por un objetivo que le aterra y no desea conseguir. ¡El hombre necesita al hombre!»
—Snaut (Jüri Järvet)
Solaris (Andrei Tarkovski, 1972)—#2
«Guerra es paz. Libertad es esclavitud. Ignorancia es fuerza»
—George Orwell, 1984—#1
Piedra, papel, tijeras, lagarto, Spock
Hoy he visto el cuarto capítulo de la temporada de Plutón BRB. Nero. Y la sensación es que no estuvo mal. Después de dieciséis episodios, la luz al final del túnel. Algo más de acción, mejor actuado (excepto Carolina Bang, que es insalvable), algo más divertido. Incluso me ha arrancado alguna sonrisa.
La lástima es que acto seguido he visto el cuarto capítulo de la temporada de The Big Bang Theory. Ocurrente, hilarante, inteligente, chispeante, divertida, rítmica. Bien interpretada, bien realizada, bien montada, bien medida. TBBT es una serie sobre friquis, con guiños para friquis, con argumentos para friquis, que, como Futurama, hace pasar estupendos ratos a cualquiera que la vea, sea friqui o no. Es lo bueno de las buenas ideas bien desarrolladas; siempre salen bien.
Desgraciadamente, Plutón es una serie mediocre, por no decir mala, o muy mala, porque se equivocó en el planteamiento. El público de una comedia en una nave espacial es el que es. Deberíamos aprender de una puñetera vez lo que los americanos hacen bien, y cómo se hace; ya lo vimos en Siete Vidas, no es tan difícil. The Big Bang Theory es una comedia para friquis que se emite en Prime Time y no tiene problemas de audiencia. Plutón BRB. Nero es una comedia para friquis que se emite en la 2 a las 11 de la noche, y que los friquis vemos por pura militancia.
Álex de la Iglesia ha resucitado el blog de la serie, y leyendo los últimos posts parece que está realmente complacido con el resultado. No lo entiendo, parece que es cierto que uno se enamora de su propia mierda, y perdón por la expresión. Pero la autocomplacencia no lleva generalmente a la mejora de nada. Estanca la evolución y engrandece las miserias.
Lamento escribir una entrada tan negativa con una cosa en lugar de haberla redactado en positivo con otra, pero leer el blog de Plutón me lo ha impedido. Y la mejor manera de ensalzar las bondades de The Big Bang es animaros a verla. Merece la pena, aunque no seáis friquis.
Yo por mi parte seguiré militando cada miércoles. Qué vamos a hacer.
PD. Los que véis TBBT sabéis de qué va el título de este post. Los que no, ved la serie. Si no queréis esperar, os lo espoilerizo a continuación.
Pronto
No puedo esperar…
Mis mejores secundarios de la Ciencia Ficción
Los personajes secundarios, ya sean puntuales o recurrentes, son especialmente importantes en las series de ciencia ficción. En algunas han llegado a ser verdaderos personajes principales (como Tigh, Dualla, Tyrol o Anders en BSG, o Woolsey en SG:A, por citar algunos) y no estarán en este ranking. Sí quiero destacar que la calidad de los actores de reparto de estas series es excepcional, superando en muchas ocasiones a los principales. Muy probablemente he dejado fuera a personajes que merecerían ser recordados, como Leeta, Rom y Nog, Dukat, Kai Winn, Damar y Weyoun de DS9; Billy y Tom Zarek de BSG; Janice Rand de ST:TOS, Morden de B5, Mickey Smith de Doctor Who, y tantos otros que se me olvidan.
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Interpretado por James Darren.
La comprobación de que un guión es bueno es hacer que un personaje imposible, que en otras circunstancias resultaría ridículo, forme parte de la trama con soltura y peso. Es el caso de este crooner espacial; el holograma de un cantante de los años sesenta que sirve de asueto, confidente y consejero a los sufridos habitantes de una estación espacial. Bastante ridículo sobre el papel, pero emocionante en la pantalla. La despedida del capitán Sisko a su tripulación en el local de Vic Fontaine está entre las escenas más memorables de la ciencia ficción televisiva. ¿Que no? Véanse las siete temporadas.
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Interpretada por Whoopi Goldberg.
Dicen que la propia Whoopi Goldberg pidió aparecer en la serie, por la influencia que la actriz Nichelle Nichols, en el papel de Uhura en Star Trek, había ejercido sobre la población negra estadounidense en una época de fuertes episodios de racismo, y lo que significó en la lucha por los derechos de los afroamericanos. Pese a ser un personaje en cierto modo ñoño, aportó a la serie una actuación de primer orden, y por supuesto un tirón mediático que salvó episodios y audiencias.
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Interpretado por Roger C. Carmel.
Paradigma del «malo simpático», como el que bordó Kirk Douglas en «El día de los tramposos» unos años más tarde; contrabandista pícaro, mujeriego y bebedor, Harry Mudd es un personaje completamente doctorwhosiano en el universo trek. Es el adorable psicópata que pone un toque de humor en las situaciones difíciles. Típico hasta la saciedad en cualquier otra serie o película, es exactamente lo que uno no espera en una de ciencia ficción. De ahí su éxito.
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Interpretada por Majel Barrett.
Los amigos friquis que conozcan The Cage, el primer episodio piloto de Star Trek, recordarán que el papel que interpretaba Majel Barrett era el de primer oficial del Enterprise, segundo de a bordo del capitán Pike. En 1966 era inviable que una mujer tuviera un puesto tan alto en una jerarquía, y los patrocinadores se quejaban además de que los actores no fumaran en el interior de la nave. Esta estrechez mental nos brindó a la enfermera Chapel, enamorada en silencio de Spock, sufridora del humor de McCoy y una de las más elegantes actrices que han poblado la ciencia ficción. La ascendieron a doctora en la primera película de la franquicia, cosa que merecía desde mucho antes.
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Interpretada por Majel Barrett.
La justamente llamada Primera Dama de Star Trek aparece en esta lista dos veces por méritos propios. Además de interpretar a una valiente primera oficial y a una discreta y elegante enfermera, el papel que le otorgó definitivamente su título fue el de Lwaxana, Hija de la Quinta Casa, Custodia del Sagrado Cáliz de Rixx, Heredera de los Santos Anillos de Betazed, madre de la consejera Deanna Troi. De su paso por TNG y DS9 quedan muchos de los más hilarantes episodios y de las más entrañables situaciones de la franquicia. Majel Barrett, fallecida el pasado diciembre, también prestó su voz a la serie encarnando a la computadora de varias de las naves.
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Interpretada por Michelle Forbes.
Que Michelle Forbes es una gran actriz ya lo demostró como la alférez Ro Laren en ST:TNG. En Battlestar Galactica, interpretar un personaje como el de la almirante Cain la ha aupado al monte Olimpo de los fans. Que en BSG cualquier personaje es desgarradoramente humano lo lleva Helena Cain a su límite, tanto en los episodios regulares de la serie como en Razor, la película que marcaba la transición entre la tercera y la cuarta temporada. Saber hacer creíble la dualidad entre una fría e implacable justiciera y una persona sensible y cercana es un reto difícil, y son cómplices de ello guionistas y actriz por igual.
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Interpretado por Walter Koenig.
El personaje se bautizó en homenaje al escritor de ciencia ficción del mismo nombre, ganador del primer premio Hugo por su obra El Hombre Demolido, precursora de las novelas de telépatas. En Babylon 5, Bester es un alto cargo del Cuerpo Psíquico, semejante en cierto modo a la organización de telépatas de la novela. Walter Koenig, que era conocido por haber interpretado a Pavel Chekov en Star Trek, nunca se había distinguido por su calidad interpretativa, pero en B5 consigue aupar a su personaje a un lugar predominante, en una serie donde los caracteres son la base fundamental de la trama.
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Interpretado por Dean Stockwell.
Dean Stockwell, secundario de lujo de cualquier sitio en el que aparezca, da vida al más veterano de los cylons en la serie, el Número Uno. Sólo el monólogo del episodio «No Exit» le hace merecedor de estar en la lista. Probablemente el mejor momento de la serie, junto con el secuestro de Starbuck en Nueva Caprica. BSG es una delicia en general, una genialidad en su enfoque y una obra maestra en su conjunto, y sus personajes antológicos sin excepción. Cualquiera podría estar aquí.
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Interpretado por John de Lancie.
Sin duda uno de los mejores personajes de Star Trek. Heredero directo del ya nombrado Harry Mudd y de Trelane, Q es un semidiós simpaticón, rebelde y con un humor negro de bastante mal gusto. Como reyezuelo despótico e infantiloide, rescata la imagen del monarca caprichoso y hedonista del XVIII, de gran poder y torcida voluntad. Los registros actorales de de Lancie hacen tan creíble al personaje que logra un papel fundamental en el episodio final de la serie, All good things, y su aparición en la posterior Star Trek: Voyager. Grandes momentos de la comedia en Star Trek.
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Interpretado por Andrew Robinson.
De una increíble profundidad es el personaje de Garak en DS9. El discreto y tímido sastre es uno de los caracteres más complejos y ricos de la ciencia ficción. Es sumamente complicado expresar en unas pocas líneas la calidad del guión en el que se basan las interpretaciones de Andrew Robinson y el virtuosismo con el que las ejecuta. Es uno de los motivos por los que Espacio Profundo Nueve es una de las mejores series de la historia de la televisión y mi favorita.
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Próximamente: Mis diez mejores frases de la ciencia ficción.
Bang!
Y escribiré creo que mañana una entrada sobre The Big Bang Theory. Véanla que ya están tardando. Y mucho.
Mantra
Mi amigo Alfonso (coeditor fantasma de este blog), me hace llegar su desilusión en cuanto a la originalidad del tema musical principal de Battlestar Galactica. Ha utilizado para ello una aparición bastante –incluso demasiado– hindú de Cher cantando el Gaiatri Mantra.
He investigado un poco y el Gaiatri es la oración más rezada en el hinduismo. Es una plegaria, un himno, o una canción, según se use. Un himno repetitivo que los sacerdotes recitan al amanecer y al atardecer:
om
bjur bjuvar suar
tat savitúr váreniam
bjargo devásia djīmaji
djíio io naj prachodáiāt
«Oh, espléndido y vivaz Sol, te ofrecemos esta oración.
Ilumina esta anhelante mente, sé nuestro protector,
que la irradiación del divino rector guíe nuestro destino,
los sabios saludan tu magnificencia con oblaciones y palabras de alabanza.»
La verdad es que a pesar de la desilusión, me parece una magnífica entrada para la serie. El sol que guía nuestro destino. Los dibujos de Starbuck. Premonitorio. Incluso cuando los guionistas no tenían idea del final, esa canción era el principio. Una curiosa coincidencia, o los designios de Savitri.
Hay versiones. La que les adjunto es la que me parece más bonita.
Y la que tanto nos gusta.
Saludos espirituales.
Cuarenta y tantos
Star Trek también es de mi quinta —un añito mayor — . El pasado día 8 cumplió cuarenta y tres castañas, sólo cuatro meses después del estreno de la undécima película de la saga.
Hace cuatro años, en mayo de 2005, Paramuount Television cancelaba la quinta serie de la saga (sexta si consideramos La Serie Animada), tras dieciocho años ininterrumpidos de existencia televisiva, debido a los pobres índices de audiencia que se estaban registrando, tal como pasó con la serie original en 1969.
Entonces una buena parte de los fans de ST, aunque consternados, pensábamos que tantos años de emisión eran demasiados, que la franquicia se estaba agotando y que la sequía en el terreno creativo era inminente. Intuyo que todo aquello era para consolarnos; nos gustaba Star Trek y apartarla de la televisión era una verdadera putada.
Desde entonces el CD ha dado paso al MP3 y Spotify ha revolucionado la manera de escuchar música. El DVD está prácticamente muerto, y no sabemos quién heredará, si el dubitativo Blu-Ray o directamente Matrioshka 1, la memoria flash (ahora que adviene USB 3.0) o algún servicio de streaming de pago o con publicidad.
Del mismo modo que ocurrió poco después de la cancelación de la primera serie de Star Trek, la industria televisiva estadounidense, junto con buena parte de las grandes compañías que anuncian sus productos en sus cadenas, se han reunido para expresar su descontento y analizar los sistemas y métodos de medición de audiencias —que curiosamente, y desde los años 50, monopoliza la compañía Nielsen— ya que éstas no parecen corresponderse con los resultados comerciales.
Al igual que a finales de los 60 no se tenían en cuenta las audiencias demográficas (sectores de la población con características determinadas a las que ofrecer productos diferenciados), sino las audiencias totales, en la actualidad no se tienen en cuenta para dichas mediciones los programas que el público graba y ve posteriormente, los bajados de internet, los vistos online en las páginas web de las cadenas ni los vistos fuera de los Estados Unidos por los internautas.
Es un hecho demostrado que si en 1969 hubieran existido las mediciones demográficas, Star Trek nunca hubiera sido cancelada. Si la medición de audiencias actual tuviera en cuenta los factores que he mencionado, Enterprise tampoco habría sido retirada. Y me atrevo a decir que el panorama televisivo diferiría mucho del actual. Y no sólo el americano.
Hay un factor que es mucho más determinante que los demás, y ya he mencionado en artículos anteriores. La globalización es un hecho irreversible, y los que anuncian en televisión lo hacen en el mundo entero. Hasta que no entiendan que la radiodifusión también es global, no dejarán de perder dinero. El concepto de worldwide syndication, o difusión mundial (de contenidos), es esencial para que las series televisivas sean rentables y para que la publicidad sea efectiva.
Ningún anunciante con una audiencia potencial de decenas de millones de personas desdeñaría Star Trek. En todo el mundo. Los friquis compramos mucho.
El otro día volví a ver el primer capítulo de Enterprise. Qué coño agotada. Qué coño sequía creativa. Star Trek es necesaria en la televisión. Para mí porque me gusta. Para el que anuncia porque hay millones de personas en todo el mundo dispuestas a ver su puñetera publicidad a cambio.
Y porque probablemente compremos muchas de sus cosas.
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- Matrioshka es la correcta transcripción fonética de Matpëшka, la típica muñeca rusa que da nombre al contenedor de archivos de vídeo en alta definición, para entendernos pero siendo inexacto, equivalente al DivX y similares en baja. ↩
Ay Dios
Aquí pueden ver que es posible que Bryan Singer dirija una película sobre la serie original de Battlestar Galactica. La de Glen A. Larson. La que no es la mejor serie de la historia, sí, ésa. Ojalá quede en nada, como el extraño remake de Buffy.
Premios Hugo 2009
En el 67º Congreso Mundial de la Ciencia Ficción, Anticipation, se han entregado los premios Hugo 2009. Este año coincide con el estreno del nuevo logo de los premios, un excelente diseño de Jeremy Kratz, que podéis admirar a la izquierda.
El ganador del premio a la mejor novela, Neil Gaiman, es conocido ante todo por su serie de cómic The Sandman, y más recientemente por la adaptación al cine de su novela Stardust, protagonizada por Robert DeNiro y Michelle Pfeiffer, entre otros.
Destaca el premio a la mejor presentación en formato largo, concedido este año a la película WALL‑E, de los estudios Disney-Pixar, un premio más a una película sobresaliente.
En el apartado de formato corto, el premio ha ido a parar al musical web (sí, sí) Dr. Horrible’s Sing-Along Blog, interrumpiendo la racha de Steven Moffat en Doctor Who, que además de tener dos capítulos nominados para esta edición, había ganado las tres ediciones anteriores.
La lista completa de ganadores es la siguiente:
- Mejor novela: The Graveyard Book, Neil Gaiman (HarperCollins; Bloomsbury UK)
- Mejor novela corta: The Erdmann Nexus, Nancy Kress (Asimov’s Oct/Nov 2008)
- Mejor relato: Shoggoths in Bloom, Elizabeth Bear (Asimov’s Mar 2008)
- Mejor relato corto: Exhalation, Ted Chiang (Eclipse Two)
- Mejor libro relacionado (no ficción): Your Hate Mail Will Be Graded: A Decade of Whatever, 1998 – 2008, John Scalzi (Subterranean Press)
- Mejor historia gráfica: Girl Genius, Volume 8: Agatha Heterodyne and the Chapel of Bones, escrita por Kaja y Phil Foglio, dibujos de Phil Foglio, color de Cheyenne Wright (Airship Entertainment)
- Mejor presentación dramática en formato largo: WALL‑E, historia de Andrew Stanton y Pete Docter; guión de Andrew Stanton y Jim Reardon; dirección de Andrew Stanton. (Pixar/Walt Disney)
- Mejor presentación dramática en formato corto: Doctor Horrible’s Sing-Along Blog, escrita por Joss Whedon, Zack Whedon, Jed Whedon y Maurissa Tancharoen; dirigida por Joss Whedon. (Mutant Enemy)
- Mejor editor (formato corto): Ellen Datlow
- Mejor editor (formato largo): David G. Hartwell
- Mejor artista profesional: Donato Giancola
- Mejor fanzine semiprofesional: Weird Tales, editado por Ann VanderMeer y Stephen H. Segal
- Mejor escritor aficionado: Cheryl Morgan
- Mejor fanzine: Electric Velocipede editado por John Klima
- Mejor artista aficionado: Frank Wu
- Premio John W. Campbell al mejor escritor novel: David Anthony Durham
¿El doctor qué?
En el blog del quejica no podía faltar una referencia a Doctor Who —quizá la serie de ciencia ficción más conocida del mundo tras Star Trek, y seguro que la más longeva— y al tratamiento que se le ha dado en nuestro país.
En España la primera temporada de la serie de 2005 (ni hablar de la posibilidad remota de rescatar, doblar o subtitular la de 1963) se emitió hace dos años y medio en la cadena de pago people+arts con un pésimo doblaje, en formato 4:3, sin pena ni gloria. Hay que decir que la temática del canal viene a ser como la de Cosmopolitan, así que como si no se hubiera emitido. Aunque yo la viera. Hay que destacar que el año pasado fue rescatada por SciFi España, con nuevo doblaje (ni que decir tiene que yo ya la había visto completa en inglés, claro) y que, fiel a su política de emitir los programas mal y tarde, no sé a qué espera a programar el resto, coño, que en el Reino Unido se ha acabado de emitir la cuarta temporada. (más…)
Atención, spoilers
Tengo por costumbre —no sé si mala o buena— esperar un tiempo prudencial antes de emitir una opinión sobre algo, al menos en público. Eso otorga ciertas ventajas. La fundamental es no cagarla sin necesidad, cosa que ocurre siempre que abro la boca sin pensar lo que voy a decir. He de reconocer que me voy disciplinando en ese aspecto. Otra es prescindir de la natural ofuscación propia de la euforia, ira o desazón de cada momento, que lleva a veces a la exaltación de la amistad, otras a la violencia verbal, las menos a dar puñetazos en la mesa.
«Malditos hijos de la gran puta». Es lo que dije, entre mis amigos de más confianza, cuando terminó el último capítulo de Battlestar Galactica. Habíamos quedado para ver los dos últimos capítulos en ese pedazo de plasma (en realidad, LCD). Eso fue el día 4 de abril, así que imaginad mi cabreo, cuando veáis la fecha de esta entrada. Quince días he necesitado para poner las cosas en su sitio y dejar de maldecir. Pero después del exabrupto vino una gozosa analgesia: Espacio Profundo Nueve volvía a ser mi serie de ciencia ficción favorita.
Pues sí. Battlestar Galactica (2004, por si las) es para mí una de las mejores series de la historia de la televisión, y Deep Space Nine no. Pero mi serie favorita de ciencia ficción es Deep Space Nine y Battlestar Galactica no. —¿Cómo?— También la Tardis es más grande por dentro que por fuera y nadie se queja. (más…)