En vista de lo dicho en el post anterior, yo desde aquí me apuesto una cena a que la historia de Singer será la siguiente:
A partir de aquí, la película, o bien éste es el epílogo que la explica. En fin, que yo me apuesto una cena a que ésto es lo que hace Bryan Singer. Y si no, pues nada. Pero aquí queda el post, para la post eridad.
Resulta cómico ver cómo una persona de la talla de Glen A. Larson ‑que por otra parte ha sido un excelente y prolífico productor- no se resigna a que alguien haya usado una buena idea suya, que después se convirtió en una basura para niños, para hacer realidad una de las mejores series de la historia de la televisión. Sin él, claro. El riesgo de ridículo para Singer (Larson ya lo ha hecho) es bastante alto, y su trayectoria descendente tras X2 no promete lo mejor.
Ronald D. Moore se ha revelado, en sus más de veinte años como escritor de series y películas, como uno de los más sólidos creadores de personajes y universos, haciendo series creíbles y maduras donde antaño se hacían fantasías para friquis. Los veinte años de Singer se han traducido en nueve películas con irregular éxito.
El principio del post quizá sea un poco exagerado. Pero se me antoja una empresa condenadamente difícil llegar siquiera a acercarse a la calidad que Moore ha conseguido con su visión de Galactica. Y eso que Singer es un buen director.
A no ser, claro, que el guión lo haga quien ustedes y yo sabemos.
Deja una respuesta