El año pasado se me olvidó. Éste no. Los dieciocho de marzo se cumplen años del nacimiento de este cuaderno y desgraciadamente, de la muerte de Arthur C. Clarke. Como ya conté, tuve el triste honor de inaugurarlo con el obituario del maestro, con lo que siempre habrá una buena excusa para ese recuerdo. En un día como hoy, no es mala lectura El Centinela, que fue el germen de 2001. Aquí tienen el enlace. Disfruten.
Comentarios
Felicidades, miarma.
¡Qué dificil es dejarte un comentario, leshe!
Dentro de poco nos pedirás el DNI.
Un abrazo, querido Chor.
Gracias, gracias. ¡Ah, si supieras del spam!
Felicidades