Se ha convocado un concurso de relatos breves de ciencia ficción: http://twitter.com/scifitwit. Lo organiza la gente de www.0057.es, y el premio es un lote de libros de ciencia ficción. La extensión máxima de los relatos es lógicamente la de las entradas de Twitter, es decir, 140 caracteres. Para participar sólo hay que tener una cuenta, y enviar una actualización con el relato encabezada por @scifitwit. Yo lo que pasa es que soy muy perezoso. (más…)
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Futuros imperfectos (II)
Siguiendo con la línea Trek, pongámonos en la tesitura del siglo veintinosequé. Tiempos, pongamos, del Capitán Picard. En la tierra ha desaparecido el dinero. Las guerras se acabaron. No existe la pobreza, ni el hambre. La gente trabaja por gusto y en lo que le gusta. Entonces, ¿a qué viene liarse en la flota estelar, a chorrocientos mil años luz de la casa de uno, teniendo una bodega de cojones, venga de romulanos y de klingons y de borgs y del dominio?
Nuestro futuro imperfecto: gracias a las tecnologías de la información, las redes sociales se globalizan y la gente teletrabaja. Desaparece la centralización del ocio. La producción mundial está automatizada y robotizada, desaparecen los operarios. Desaparece la centralización del trabajo, de la educación e incluso de la medicina. Los gobiernos se descentralizan y se unifican. Desaparece la necesidad del transporte a corta distancia. Desaparece la necesidad de relacionarse personalmente. El territorio se reparte equitativamente a razón de una persona por kilómetro cuadrado. El sexo se concierta previo escarceo por la red. Las familias con hijos tienen el triple de territorio y así llegamos a las hectáreas de viñedos de la familia Picard, que distribuyen el vino por internet.
Yo prefiero la flota estelar. Verme todos los días en un sitio pequeñito en el que hay dos o tres mil personas con las que me puedo tomar una copa en el Ten Forward, así me deslome todos los días trabajando. A lo mejor el Roddenberry no iba descaminado.
Un tal Cawley
Debo confesar, antes que nada, que soy trequi. Así, en español, bien escrito, castizo y humilde a la vez: desde que salí del armario de la Nouvelle Vague, escupí en el retrato de Godard y maldije a Lars Von Trier y a sus castas todas.
También debo confesar que atesoro mis dos dividís con los dos primeros capítulos de New Voyages, «Come what may» y «In harm’s way», pulcramente editados, caratulados y subtitulados por las almas benditas de Trekminal. Qué gran proyecto puso en marcha el Jack Marshall, adalid del fan fiction, amable gordito friqui y estupendo guionista y director aficionado. (más…)
Neolengua
Me he inventado una palabra… (más…)
Futuros Imperfectos (I)
Una característica esencial de las obras de ciencia ficción es que tienen que apostar sobre los contenidos del futuro. Ese tiempo que describen, predicen, y en algunos casos profetizan, corre casi siempre más rápido de lo que sus autores hubieran deseado, y afecta mucho más a la realidad cotidiana que a los grandiosos avances de la humanidad, igual que la tecnología. Avanza tanto más cuanto más gente la compra.
Este avance tecnológico diferente es el que ha afectado a tantas novelas, películas y series de TV, simplemente haciéndonos sonreír o, en los casos más graves, dejando la obra totalmente obsoleta. Un ejemplo de todo lo anterior sería la increíble cualidad de Huxley, en «Un Mundo feliz», de describir un futuro de humanos clonados y clasificados en castas modificando sus capacidades (una especie de profecía sobre la ingeniería genética), mientras que a la vez, para llamar por teléfono, se tiene uno que bajar del helicóptero.
A estos fallos en la ambientación del futuro va dedicada esta serie de posts, que comenzamos con una magnífica escena de La naranja mecánica. (más…)
De vuelta a la holosección
Más de Ronald D. Moore:
«Virtuality», un nuevo proyecto de serie de ciencia ficción, llega de la mano de Universal Media Studios y los productores Gail Berman y Lloyd Braun, éste último autor de la idea, y se encargarán de desarrollarla Michael Taylor (guionista de DS9 y Voyager) y el propio Moore. Tiene lugar a bordo del Phaeton, la primera nave espacial de la tierra, en un viaje de 10 años para explorar un distante sistema solar.
Para ayudar a los 12 miembros de la tripulación a aguantar el largo viaje y mantener la mente ocupada, la NASA ha provisto a la nave de módulos avanzados de realidad virtual, permitiéndoles ir a cualquier parte y asumir otras identidades. El plan funciona hasta que un misterioso fallo es encontrado en el sistema.
Espero que no se convierta en las nuevas aventuras de Picard vestido de Dixon Hill, aunque cierto es que Moore es un gran especialista en reimaginación.
Además de «Virtuality,» la cadena Fox ha aprobado la producción de «Boldly Going Nowhere», episodio piloto de una comedia que se desarrolla en una nave intergaláctica que relata la rutina diaria de la tripulación.
Los Cronocrímenes
United Artists ha contratado a Timothy J. Sexton para escribir el guión de «Timecrimes,» la adaptación americana de [la película española] «Los Cronocrimenes», de Nacho Vigalondo.Steven Zaillian y Agnes Metre producirán la película, un thriller sobre un hombre que viaja media hora atrás en el tiempo para evitar un crimen. UA compró los derechos para el remake en enero, cuando el film original ‑cuyos derechos de distribución para los EE.UU. tiene Magnolia- se proyectó en el Festival de Sundance.Sexton llega con las referencias de su trabajo previo en «Hijos de los Hombres», nominada al Oscar al mejor guión adaptado, y trabajos en televisión como «Live From Baghdad», de la HBO.
A este paso la veremos antes en inglés que en español, ya que los americanos la vieron en español antes que nosotros.
La nostalgia del porvenir
Nunca había encontrado una definición tan concreta de lo que me hace ser amante de la ciencia ficción. Fernando Savater me la brindó el pasado 25 de marzo, con ocasión de la muerte de Arthur C. Clarke, en su artículo Las arenas de Marte, en el diario El País:
Lo más hermoso de la literatura es que constituye una farmacia donde hay remedios para todos nuestros males (salvo la muerte) y tónicos de todo tipo e intensidad. Sólo los pedantes desdeñan a la humilde aspirina porque no cura el cáncer… Arthur C. Clarke fabricó algunas pócimas para esa dolencia extraña, la nostalgia del porvenir. Y quienes hemos recurrido más de una vez a ellas no queremos despedirle sin que le acompañe nuestra gratitud.
El aficionado a la historia añora haber vivido ésta o aquélla batalla, conversado con Julio César o Nerón, o acompañado a Mozart en algún concierto. Haber usado la máquina del tiempo para contemplar el pasado real de la humanidad. (más…)
Títulos de crédito alternativos
Para reír un rato. Vía Trekmovie.com encontramos (hay gente para todo) openings alternativos para Star Trek. Especial para los de treintaymuchos-cuarentaypocos. Reproducimos algunos a continuación:
Títulos de crédito con Espacio: 1999
Títulos de crédito con «Vacaciones en el mar»
Títulos de crédito con «El Equipo A»
Títulos de crédito con «Dallas»
Y para terminar, lo mejor:
Espero que os haya gustado. El próximo post, más serio, lo prometo. Pero yo todavía me estoy riendo.
Cine español de ciencia ficción
De vez en cuando hago listas, a ver si encuentro algo interesante o por lo menos estadísticamente significativo. Me he ido entreteniendo en buscar (sobre todo en IMDB) películas de ciencia ficción hechas o producidas en España, con la esperanza de encontrar alguna sorpresa; alguna de esas películas que nunca he visto y que son estupendas, alguna que he visto y no recordaba, para verla otra vez; en fin, material digno del buen aficionado y que proporcione largas horas de disfrute.
Tras una larga criba, donde he quitado de la lista películas tales como:
Largometrajes de Mortadelo y Filemón en el espacio,
de Enrique y Ana,
de Joe Rígoli, (a éste sólo lo conocemos los de 40 para arriba),
de los concursantes de Gran Hermano,
cosas como «Invasión Travesti» (…)
me han quedado 74 películas, de las que 28 son cortometrajes, la mayoría de ellos de los últimos diez años, cuatro de animación (dos de ellas cortos), y del resto prácticamente no conozco nada, salvo las adaptaciones de Julio Verne, «Acción Mutante» y la trilogía de Velasco Broca, a la que reservo un próximo y pronto post. Otro a «Los Cronocrímenes», de Nacho Vigalondo, que aún no he visto; viene precedida de una ristra de premios en festivales, pero creo que aún no se ha estrenado en salas comerciales en España. Sí sé que ya han comprado los derechos para un remake en Estados Unidos. (más…)
«Hijos de los hombres» a la televisión
Se ha anunciado recientemente que «Hijos de los hombres» la novela de la escritora británica Phyllis Dorothy James, va a ser adaptada a serie de televisión por David Eick, coproductor ejecutivo de «Battlestar Galactica». La novela fue objeto de una adaptación cinematográfica en 2006, dirigida por Alfonso Cuarón e interpretada por Clive Owen, Michael Caine y Julianne Moore, y es sin lugar a dudas una de las mejores películas de ciencia ficción de las últimas décadas.
La fama de Eick viene precedida por su participación en el remake de Galactica, pero últimamente ha cosechado un importante fracaso con la cancelación de la serie de SciFi Channel La Mujer Biónica, de la que es productor ejecutivo. Esto, unido a la entidad cinematográfica de la película de Cuarón, nos hace ser muy cautos a la hora de pronosticar el resultado final de la serie. Tanto más sabiendo que el verdadero germen del éxito y la calidad de Galactica, que es la tarjeta de presentación de Eick, es Ronald D. Moore, viejo conocido de los aficionados por ser guionista de varios de los mejores capítulos de Star Trek: La Nueva Generación, Espacio Profundo 9 y Voyager.
Va siendo hora de presentarse
Aunque probablemente nadie haya leído este blog todavía, diré que tuve la mala suerte de inaugurarlo el día de la muerte de Arthur C. Clarke. Así que lo primero que me vi obligado a hacer (moral y temáticamente) fue incluir un post necrológico, crear una categoría llamada obituario y darme con un canto en los dientes por no tener nada más agradable que escribir para la ocasión.
Tengo un cuaderno en el que he estado escribiendo durante un par de meses; sobre lo que es un blog, qué es lo que quiero contar, montones de temas que se me han ido ocurriendo y lo más importante: nada listo para escribir. Así que decidí postear «cualquier cosa» para vencer la pereza que da el papel en blanco, y dejar para más adelante las filosofías y las intenciones del blog.
Como he estado bastante ocupado en general, y en particular eligiendo un tema (me refiero al aspecto visual de WordPress) y modificándolo, ha pasado casi una semana desde esas primeras entradas, que respondían más a la necesidad de ver algo escrito, un poco de vida, que a una idea previa sobre lo que publicar.
Hace un par de años tuve abierto un blog que me pareció interesante, en su momento, sobre el 40 aniversario de Star Trek (serie que supuso mi reencuentro con la ciencia ficción, tras quince años de exquisita dedicación a la cultura más refinada y reconocida) que se quedó en agua de borrajas, después de dos posts fallidos (uno de ellos, curiosamente, un obituario, qué cosas). De aquel blog, el miedo a que éste fuera mas de lo mismo: un par de semanas diseñándolo y otro par de ellas empleado en dejar que se muriera.
La idea principal de esta página, por no pecar de monográfico, como ya me pasó entonces, estaba clara: vamos a hacer un blog de ciencia ficción. Toma castaña. Por no ser concreto me he pasado de la raya. ¿Qué ciencia ficción? ¿Toda? ¿Estamos locos? Como si no hubiera ya decenas (por consolarme; hay cientos de blogs dedicados a la ciencia ficción, coño, busca en Google, es gratis).
Entonces es cuando me acojono ante la inmensidad del tema (y del universo, por seguir la línea editorial), tiro el cuaderno al váter, mi hosting y la reserva del dominio con él (y con sus euros correspondientes), y me encuentro ante la disyuntiva de cerrar el chiringuito, a tiempo de que nadie lo lea, o bien escribir esto que escribo, y por lo menos tener un post más, que ya son cuatro, y a ver qué viene después.
Como véis, triunfó la segunda opción. A pesar de mi personalidad dual tímido-entusiasmada, creo que aguantaré por lo menos un par de entradas más, sobre todo porque he conseguido recuperar mi cuaderno del inodoro, y algo de lo que tengo escrito me irá dando ideas sobre cómo encauzar esto.
Mientras tanto, he conseguido que la persona que me reinició en la ciencia ficción, que dicho sea de paso, sabe una barbaridad, sea coeditor de este invento, con lo que a lo mejor esto se convierte en algo legible, y si Dios quiere, ameno. Y si vosotros queréis.
Tarkovski Revisited
Esto parece muy interesante. Excelente reseña y artículo de Antonio Weinrichter en ABC. En una de sus partes se refiere al monográfico que sobre Tarkovski hace la revista canaria «La Página»:
«mencionemos el estupendo texto de Pilar Carrera sobre la opacidad de sus símbolos: «La lluvia en Tarkovski, como en Kurosawa, no apela al sentimiento: no ilustra como metáfora ningún estado de ánimo. Cuando llueve a raudales la imagen clama al cielo. No simboliza nada. La lluvia nunca cae sobre nosotros, los espectadores. Es soberana».
Cito este párrafo por la increíble fuerza visual con que la lluvia se trata en Solaris, en especial en la última escena.
Recomendamos también una magnífica página en español dedicada a Andrei Tarkovski, que claro está, se hace eco de este artículo, http://www.andreitarkovski.org/, donde podemos encontrar una reseña sobre el número de la revista que comentamos. En dicha página podemos encontrar bibliografía, artículos y todo tipo de información y noticias sobre el cineasta ruso.
Semántica General
Alphaville: una extraña aventura de Lemmy Caution. Extraña aventura y extraña película. Lo que me pregunto después de verla es qué y cuánta ciencia ficción leyó Godard antes de escribir el guión.
«El argumento del film posee muchas similitudes con novelas de ciencia ficción distópicas como Un mundo feliz de Aldous Huxley, 1984 de George Orwell y Fahrenheit 451 de Ray Bradbury, esta última llevada al cine dos años después por otro miembro de la Nouvelle vague, François Truffaut.» (de Wikipedia)
Buscando por la red encuentro referencias que la relacionan, en lo literario y en lo cinematográfico, con Borges, Eluard, Orwell, Murnau o Cocteau, por citar algunas. Pero, ¿y Van Vogt?.
Entiendo que la relación entre Van Vogt y Alphaville es un poco rebuscada. Pero tengo razonablemente frescas aún la película (de 1965) y la novela (de 1948) y reconozco que los paralelismos (en este caso no-paralelismos) no se hacen demasiado evidentes.
Mi principal sorpresa al ver el filme de Godard fue el lugar de la cita de los protagonistas: El Instituto de Semántica General. No me parece una casualidad. Ésto, junto con la frase de la empleada del hotel (¿viene usted para las fiestas ‑juegos-?), y el papel antitético que Lemmy Caution (un detective de los 60, que por cierto, es un detective de los 60 en una larga serie de películas de la época) juega en la película, digamos que es el opuesto a Gilbert Gosseyn en un mundo No‑A, me llevan a pensar que Godard hace continuos guiños a la ciencia ficción literaria, naturalmente no frecuentada por los críticos de cine.
Pajas mentales, diréis, pero a mí me gustan. Volveré a ver la película a ver si encuentro algo más sustancioso, y comentaré más cosas de ella, porque da para mucho.
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